PortAventura



PortAventura se creó con el objetivo de ofrecer al público la ilusión de un viaje alrededor del mundo en unas cuantas horas. Y de que además, juegue, se divierta y sonría.

PortAventura es una oportunidad para conocer el lejano Oeste donde puede, además de experimentar intensas sensaciones en las atracciones, averiguar como son sus casas, su comida y sus extravagantes personajes. Para que, si no puede visitar su soñada Polynesia, vea en directo como cantan y bailan los polinesios de verdad. Para que conozca algunos rasgos de la cultura china, como su escritura y su arquitectura, a la vez que disfruta del virtuosismo de un equipo de acróbatas chinos y de una de las experiencias más vibrantes subiendo al enfurecido Dragón Khan.

Cada área temática, un pedazo de historia
En PortAventura nada es casual. Para la tematización del parque hicieron falta años de investigación, y el trabajo de muchos hombres y mujeres para tejer un parque en que tanto el decorado, como las atracciones y los espectáculos tienen un sentido y un porqué. En cada área temática subyace un pedazo de historia, basada en una detallada documentación cronológica, paisajística y arquitectónica.

La navegación y el ferrocarril
El agua es uno de los elementos integradores de PortAventura. Entorno a mares, ríos y lagunas se desarrollan las diferentes áreas temáticas. En la Mediterrània, una cala y un puerto de pescadores delante del mar. En Polynesia el agua rodea las diferentes islas del Pacífico, y nos acerca hasta la península del Yucatán en México. En China se convierte en el delta del río “Yang Tse” (el río Amarillo) y en el Far West en el serpenteante río Colorado que atraviesa el Grand Canyon. Además, entre la Mediterrània y la China hay un servicio de transporte con barcos típicos que conecta al público entre ambas zonas.
Otro medio de transporte en PortAventura es el ferroviario, con el que se puede visitar todo el
Parque montado en legendarios trenes de vapor, que rinden homenaje a los trenes americanos que en 1869 unieron, definitivamente, las costas Este y Oeste de Estados Unidos.

Los personajes de PortAventura
Acompañan al visitante, y sobre todo a los más pequeños, a lo largo de su viaje. Woody, el pájaro loco, la mascota de PortAventura, travieso y cariñoso, divertido y juguetón, siempre anda pensando cómo divertirse y conocer a nuevos amigos y amigas. Le gusta bailar, y a menudo intenta disfrazarse e inmiscuirse en alguno de los espectáculos del Parque acompañado de su querida Winnie. Betty Boop, linda y coqueta, siempre está dispuesta a dejarse hacer una simpática foto de recuerdo. Y desde el 2008, los tiernos personajes de Barrio Sésamo, Elmo, Epi, Blas, el Monstruo de las galletas, Coco, y Zoe tienen la misión de hacer pasar un buen rato a los niños y niñas, y enseñarles lo divertido y gratificante que es la tarea de “aprender”, con todas las mayúsculas.

Mediterrània
Acabas de llegar a PortAventura y la Mediterrània te da la bienvenida. El olor de yodo, la hospitalidad de sus habitantes y un paisaje amable y lleno de luz te acompañan en tu recorrido por las plazas y callejuelas de un pequeño pueblo que descansa a orillas del mar Mediterráneo.
Meticulosamente inspirados, cada edificio, incluso el suelo de la “Plaça Major”, tiene sus referentes reales. Quien haya visitado la Plaça Major de la Vila de Prades (Baix Camp. Tarragona) verá el paralelismo de ambas plazas en el suelo, construido con cantos rodados siguiendo la técnica del Románico. Para la tematización del área de la Mediterrània se buscaron materiales originales, se diseñaron edificios representativos de diferentes pueblos mediterráneos y los profesionales y artesanos persiguieron la máxima verosimilitud en cada detalle. El mosaico hidráulico, por ejemplo, de la tienda de regalos de Els Arcs y el artesonado del techo con vigas de madera oscura y pinturas policromadas, recuerda las casas nobles catalanas de finales del siglo XIX, bajo el influjo del Modernismo.
Las barcas de las “Drassanes” se transportaron desde Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y la “tartana”, de la masía, la casa de campo, es tan auténtico como real, puesto que fue cedido al Parque por un vecino de Montbrió del Camp (Tarragona).
Cuando hayas llegado a la línea de costa, te sentirás como si estuvieras en un pequeño pueblo de pescadores, sus casitas alineadas frente al mar, la playita de media luna, el puerto, las barcas y la vegetación típica del clima mediterráneo, aromáticas y, cómo, no, vides cultivadas en bancales, en la cima de los cuales encontrarás la bodega donde se cría, en grandes barricas, el mejor vino. La casa de Baco es la gran tentación al desenfreno, y donde un inventor loco te pondrá los pelos de punta si decides subir a los vagones de Furius Baco.


Atracciones:
“Furius Baco”, desenfreno al límite
No hay palabras suficientes para describir y sentir ésta sensación de velocidad... a menos que uno sea piloto de fórmula 1. En tan sólo 3 segundos el cuerpo sufre una aceleración de 0 km/h a 135 km/h. Adrenalina pura durante un recorrido de 900 metros a través de la Mediterrània y rozando las vides y el agua.
Tan sólo entrar en el área de la Mediterrània, notarás la fuerza veloz de los vagones de Furius
Baco pasando por encima de tu cabeza. Es la llamada a la tentación, te están esperando en la bodega. Sube y diviértete.
Antes de marcharte de la Mediterrània, puedes embarcarte hacia la China a bordo del Catalunya, o coger el ferrocarril en la Estació del Nord para recorrer todo el Parque, o dirigirte directamente al Far West a pie.

Puntos de Restauración
Si quieres descansar tomando un tentempié, o reconstituir tu espíritu con una buena comida, encontrarás la oferta gastronómica a tu medida. En “El Racó de Mar”, un bonito restaurante ubicado en una antigua casa de pescadores, con especialidades de nuestra costa a la carta, o en “Vinosfera” y “El Pòsit”, con una rápida, pero reconstituyente comida delante del mar.

Far West

Amigos y amigas acabáis de llegar al Far West en el momento oportuno. Hoy es día de celebración, es el 4 de julio de 1876 y Penitence, esta ciudad de Texas habitada por emigrantes, mineros, cowboys, jugadores, especuladores, matronas y mujeres de la noche está celebrando el primer centenario de la Independencia de los Estados Unidos de América.
En el Far West podrás visitar el centro de esta destartalada ciudad y el distrito minero de la “C.C. Sampling & Ore Company” que explora y explota las aguas del río Colorado buscando pepitas de oro.
Con motivo de la fiesta, se han instalado en una explanada diferentes barracas que albergan todo tipo de juegos de habilidad y de azar. Y un precioso carrusel para los más pequeños. También se puede probar suerte con la puntería en casa de los hermanos Freund, que han abierto una “Shooting Gallery”.

Atracciones:
“Stampida”, salvajes sensaciones
Como no podía ser de otra forma en el Far West las atracciones son tan alocadas como sus habitantes. Si quieres intensidad y sentirte como si estuvieras en medio de una estampida de búfalos en el desierto de Texas, “Stampida” te hará gritar de emoción como a los más duros cowboys. Si deseas continuar sintiendo la potencia de estos animales prueba una sesión de autos de choque en “Wild Buffalo”, y si quieres notar la fuerza del río Colorado, en las afueras del Penitence encontrarás el aserradero de madera “Silver River Flume”, donde podrás montarte en un tronco y bajar por los rápidos del río; una de las atracciones más visitadas de PortAventura. Y los más pequeños, también podrán sentir todas estas sensaciones a su medida en las barcas del “Grand Canyon”, en los autos de “Buffalo Rodeo” o en el “Tomahawk”, una versión infantil de “Stampida”.
Nos despedimos de los cactus y el polvo, pero si quieres un recuerdo de Penitence, puedes hacerte una fotografía en la vieja diligencia de la Ben Halliday’s Overland con vestidos típicos y formando parte de una auténtica escena costumbrista del Far West.
Fort Frenzee Show
No te pierdas este espectáculo de caballos y vaqueros. El asalto e intento de atraco del Fuerte no será una tarea fácil para los tres ladrones que se verán las caras con un furioso sargento y su ayudante. Acción trepidante. Tiroteos, persecuciones, caballos, diligencias, explosiones, y mucho humor. Nada mejor para entender los continuos asaltos que padecían las ciudades como Penitence en el lejano Oeste y gozar de una hilarante comedia a cargo de especialistas.

Puntos de Restauración
En el “Iron Horse Hotel” y en “Emma’s House” podrás reponer fuerzas con una carta de comida casera americana. No olvides pedir las ribs, sabrosas costillas de cerdo ahumadas, ni disfrutar de la autenticidad de la decoración de estos establecimientos de estilo victoriano, en que incluso las bisagras de las puertas y los tiradores fueron importados de los Estados Unidos. En “Jeremias Food”, podrás comer rápido a base de pizza y pasta y en el autoservicio de “The Steak House” saborear todo tipo de carnes cocinadas a la barbacoa. Y si quieres disfrutar de un auténtico espectáculo de Can-Can, en el “Saloon” podrás tomarte unos sancks mientras divertidas y guapas bailarinas levantan sus piernas y agitan sus faldas rojas a un ritmo imposible.

México

Recreando la península del Yucatán, al sur de México, esta área te propone un encuentro con la milenaria cultura Maya después de la llegada de los españoles a América.
En el momento en que expediciones de arqueólogos se adentraron en la selva tropical y en sus pueblos para descifrar la escritura maya, un sistema de jeroglíficos, que aún hoy investigan. Una colección de “estelas” (esculturas mayas reproducidas por artistas españoles) y una vegetación frondosa te acompañan en tu camino.
La gran Pirámide Maya, una reconstrucción de Chichén Itzá, alberga numerosas sorpresas en su interior, como la tumba del “Gran Pacal” (gobernador de Palenque), considerada el monumento funerario más importante del mundo precolombino. La tapa de su sarcófago es una reproducción exacta del verdadero, descubierto en el “Templo de las Inscripciones”, incluido su peso de 8 toneladas.

Atracciones:
“Hurakan Condor”, vertiginosa caída libre
“Hurakan Condor” es un homenaje a un ritual ancestral de la cultura maya. Cuenta la leyenda que cinco hombres, vestidos con plumas, como si fueran pájaros, subieron a lo alto de un árbol para rogar al dios de la fertilidad, Xipe Totec, que les enviara agua para sus cultivos azotados por la sequía. Mientras uno danzaba y tocaba la flauta y el tambor en lo alto del tronco, los otros cuatro hombres, atados con una cuerda en la cintura, presentaban su demanda volando alrededor del tronco. “Hurakan Condor” emula la estructura del árbol de “los voladores”, pero tú descenderás mucho más rápido que ellos.
En 3 segundos tendrás la experiencia de una caída libre (86 metros de caída a una velocidad punta de 100km/h). Aunque si quieres probar las alturas, pero sin caída libre, sube al “Trono Pacal”, empezarás a volar sobre el vacío, pero no hay peligro, el gran senyor Palenque te protege. Sin embargo, “La serpiente emplumada” (sinónimo con que se designaba al dios Quetzalcóatl) es una atracción viperina y escurridiza: un joven indio maya ha capturado un grupo de serpientes que tiene agarradas por la cola y las cabezas agitadas de los animales son las cabinas para los pasajeros. Y hay más, “El Diablo-Tren de la Mina” es una endiablada montaña rusa que recorre una mina de plata abandonada, una traca final para tu visita a México. Y los más pequeños pueden darse un buen paseo por una pequeña área de México montados en “Los potrillos”, o visitar los “Armadillos”

Artesanía autóctona
En todas las áreas temáticas de PortAventura puedes comprar obsequios tematizados y originales recuerdos del Parque y de sus entrañables personajes. En México encontrarás productos elaborados directamente por artesanos locales, reflejo de su cultura y tradiciones: cerámica, bisutería, vestidos típicos, sombreros mexicanos artesanales, manteles o las coloristas gua-guas pintadas a mano.

Puntos de Restauración
Es hora de comer y puedes elegir entre la Cantina, la Hacienda y varios puntos de comida rápida. La Cantina es un gran establecimiento de self-service donde hay especialidades mexicanas y del resto del mundo. En este edificio se produce el tránsito de los Mayas (zona self-service) al México colonial de los españoles (comedor), donde cada día se improvisa una Jarana Mexicana, un espectáculo de bailarines autóctonos y música de los Jarochos de Veracruz. Auténtico folklore mexicano que transmite toda la vida, color y alegría de las tradiciones ancestrales. Aunque si quieres disfrutar de una bonita terraza, comiendo cómodamente a la carta, en la Hacienda encontrarás los productos más típicos como las fajitas, los nachos o nuestra, y ya clásica, sábana de ternera.

China

El viaje por China empieza en el delta del legendario Río Yang Tse (río amarillo) y coincide con el nacimiento del hijo del emperador de la Dinastía Shang (1766-1122 a. de C.), por lo que hallarás algunos pabellones decorados con banderas conmemorativas.
En el puerto de Waitan puedes coger un junco para navegar hacia el viejo mar Mediterráneo (dos de los cuatro juncos fueron traídos desde China y los otros dos son reproducciones preciosistas de los reales).
Pero, si prefieres continuar tu viaje por este vasto país, adéntrate hacia la ciudad agrícola de Ximpang, en cuya parte alta el emperador ha establecido su residencia de verano: una recreación de la “Ciudad Prohibida” en Beijing (Pekín). Y si continuas andando hacia las afueras, encontrarás un campamento mongol en los límites de la Gran Muralla (una reproducción exacta, tanto en materiales como en tamaño, de un tramo de la muralla en Badaling, a 40 km de Pekín).

Auténtica caligrafía
Yen Xuen Lin, profesora de pincel chino en Barcelona, se encargó de la rotulación de toda el área de China, para asegurar una fiel tematización. Ella misma, según el tipo de edificio, inventaba un mensaje y variaba la caligrafía. En el puerto de Waitan se pueden leer mensajes de todo tipo, desde anuncios oficiales a peticiones personales. Los mensajes, evitando la mala suerte, nunca están escritos sobre fondo blanco.
Así pues, no hay otra sensación posible que la de sentirte integrado en plena cultura y paisaje asiático. Un bosque de bambúes y toda la vegetación, perfectamente tematizada, y a la vez respetuosa con el propio clima mediterráneo, nos conducen a una atmósfera llena de sorpresas, exotismos y autenticidad.

Atracciones:
Diabólico Dragon Khan
Pondrás todos tus sentidos al límite cuando decidas recorrer la estructura diabólica, que recrea la forma de un dragón, y donde se halla presa el alma del príncipe Hu, quien osó desafiar a las divinidades orientales. El Dragon Khan es la una de la más grandes montañas rusas de Europa. Símbolo de PortAventura, tiene 8 loopings verticales, para que alcances la gravedad cero, vivas el efecto sacacorchos y sientas una vertiginosa caída desde 38’5 metros de altura, a una velocidad que alcanza los 100 km/h.
Si quieres diversión, sin sensaciones tan desbocadas, la “Cobra Imperial” te está esperando en los pabellones de las fiestas conmemorativas del nacimiento del hijo del emperador. Donde también encontrarás las “Tea Cups”, que te harán perder cualquier sentido de la orientación; una oportunidad para sentirte como en las nubes sin levantarte del asiento y bien sujeto al suelo.
Y para los más pequeños en territorio mongol se ha dispuesto “Zona infantil de China”, un área con todo tipo de atracciones infantiles (toboganes, sillitas voladoras…).

Espectáculos emocionantes
No podía faltar en la China el reflejo fiel de sus gimnastas y acróbatas, y el virtuosismo de estos artistas.
Delicadeza y sensibilidad en el “Temple Màgic” donde se puede asistir al espectáculo de pompas de jabón “Bubblebou”. Una puesta en escena de gran riqueza plástica y visual, diseñada por el artista catalán Pep Bou. Precisión, aquí también, ante la enorme fragilidad de las pompas de jabón. Un espectáculo que causa embeleso a toda la familia por su simple exquisitez.
Los más pequeños tampoco deben perderse el espectáculo de títeres al aire libre de “Xian Mei y el pequeño Panda”.

Puntos de restauración
En las tierras exploradas por Marco Polo no podía faltar un establecimiento que le rindiera homenaje, este es el bufet libre “Marco Polo”, donde se ofrece comida china y de todo el mundo. También se puede comer en el self-service “Sichuan”, en la Ciudad Baja de Ximpang, y probar todo tipo de entrantes, carnes y pescados del lejano Oriente. Los fideos chinos o la exquisita ternera Sun son algunos de nuestros platos estrella y te ayudarán a renovar fuerzas, si las perdiste en la malévola furia del Dragon Khan.

Polynesia

Corre el año 1779. La humedad y las palmeras delimitan tu camino por senderos estrechos en un laberinto de vegetación. Has llegado a la Polynesia que descubrieron navegantes como el Capitán Cook, que colonizaron los europeos y que interpretaron maestros como Gauguin. Ante ti, un paraíso.

La nobleza del decorado
Para la construcción del área de la Polynesia se emplearon materiales traídos directamente de las islas del Pacífico, así como caña de diferentes zonas de Asia y hojas de palmera de Almeria y Alicante. Lo más curioso es que se utilizaron 150 km de cuerda de fibra de coco (procedente de la India) para las juntas de madera, pasamanos de barandillas y amarres. Un escalador profesional estuvo días y días haciendo, uno a uno, los nudos de todas las cabañas, caminos y pasarelas.
En Polynesia, el realismo alcanza todos los detalles, incluso las extrañas esculturas que hallas en el camino son divinidades, los “Tikis”, traídas desde las islas Fidji i Tonga.
Cuando el aire sopla suave, el murmullo de las palmeras se convierte en música fina, y si el viento es fuerte, aumenta la sensación de pasear en pleno trópico. Además, pronto percibirás otro ruido, la constante melodía de las cascadas y torrentes deslizándose por rocas volcánicas.

Atracciones:
“Tutuki Splash”, cosquilleante y muy refrescante
Cuando escuches que los acordes de la naturaleza se transforman en un rugido, habrás alcanzado la cima del volcán “Tutuki Splash”. Si quieres rememorar los actos ceremoniales de los indígenas en honor a la diosa Pelé, en noches de luna llena, sube en las vagonetas del “Tutuki” y baja vertiginosamente desde la cumbre del volcán hasta el lago. Agradecerás haberte refrescado en las aguas dulces y revitalizantes.
Para saber que sentían los indígenas cuando el océano embravecido dificultaba la navegación en canoas de una isla a otra, embárcate en la “Kontiki” y notarás en el estómago qué significa bajar y subir olas cuando la barca casi alcanza una inclinación de 180º. Si no te gusta el mar, pero te atreves con una auténtica tormenta tropical, adéntrate en el “Tifón”.
Te convertirás en un ser agitado en todas direcciones, verás la selva tropical al revés y vivirás una experiencia irrepetible.
Aunque no todo es tradición en la Polynesia, si quieres saber como funciona un centro de investigaciones marinas, entra a “Sea Odissey”, no lo olvidarás.
Navega con un submarino en una misión especial de rescate por las profundidades de los Mares del Sur, no te asustes, la primera vez siempre impresiona.
Para los más pequeños hay reservadas divertidas sensaciones en las sillitas Waikiki, en la montaña rusa Tami-Tami o en la extraña barca Loco-Loco-Tiki.
Y si quieren probar sus capacidades como capitanes, deben embarcarse en las Canoes.

Espectáculos en el paraíso
Los niños y niñas no pueden marcharse de PortAventura sin visitar un paraíso llamado “Aves del Paraíso”, un increíble espectáculo en que los protagonistas son pájaros tropicales, bellos y sorprendentemente inteligentes. Paco Navarro, biólogo y showman, es su adiestrador. Trabaja en PortAventura desde siempre, y con él, viven desde entonces muchos de sus pájaros, a los que cuida y enseña como si fueran sus hijos.
Tampoco hay que perderse el “Aloha Tahití”, a cargo de bailarines, bailarinas y músicos llegados directamente de los Mares del Sur para mostrar en 20 minutos la belleza del folklore polinesio y el espíritu Aloha. Cuando llega la noche, el fuego sagrado tiene un papel destacado en las danzas que se realizan en la playa paradisíaca donde se encuentra el “Hale o Lono”, un templo sagrado dedicado al dios de la paz y de la prosperidad.
El templo está rodeado de tótems, algunos importados directamente de Tonga, Fidji y Samoa.

PortAventura
Av. Alcalde Pere Molas, Km. 2
43480 Vila-seca (Tarragona). España

Fotos de PortAventura

PortAventura Av. Alcalde Pere Molas, Km. 2 43480 Vila-seca (Tarragona). España